Este material educativo fue diseñado para los estudiantes de la básica primaria y fue adaptado culturalmente para las comunidades de la zona de influencia de la central hidroeléctrica Miel I, apoyados en datos etnográficos recogidos previamente en el estudio. Los personajes y cada uno de los juegos se elaboraron con un lenguaje cercano a los habitantes de la zona, teniendo en cuenta los nombres locales del dengue y la leishmaniasis y de los insectos que la transmiten; la Lutzomyia (“Palomilla”) y el Aedes aegypti (“Patiblanco”), además, los contenidos e ilustraciones partieron de las concepciones de los pobladores. Esta una estrategia educativa cuyo objetivo principal es generar cambios en las prácticas de autocuidado a partir del juego.
La Bolsa Viajera consta de cinco juegos:
- Rompecabezas: conozcamos la Palomilla y el Patiblanco.
- Laberintos: las casas de la Palomilla y el Patiblanco.
- Juego de baraja: Cero Pito.
- Fichas educativas: cuatro cuentos para prevenir la Picadura de Pito y el Dengue
- Juguemos Insectos y Escaleras.
También ofrece una guía para los docentes, en el que se hacen recomendaciones pedagógicas que les permite a los estudiantes ir paso a paso, a partir de conocimientos básicos para llegar a conceptos más precisos sobre estas dos enfermedades.
Las Bolsas se entregarán en 38 instituciones educativas de los cuatro municipios, previa capacitación a los docentes, en una apuesta por dejar capacidad instalada en zonas endémicas para enfermedades tropicales.
En la ejecución de este proyecto participaron los investigadores del PECET: Horacio Cadena Peña (Biólogo), Sandra Patiño Londoño (Antropóloga) y Andrés Vélez Mira (Zootecnista), con el apoyo del Equipo Ambiental de ISAGEN y las 47 comunidades de Norcasia, Samaná, Marquetalia y Victoria, en el departamento de Caldas.
Más información:
Elisa Cadavid Vélez
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