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Premio a la investigación de mayor impacto reconoce el esfuerzo de la búsqueda de alternativas para el tratamiento de las enfermedades olvidadas

Premio a la investigación de mayor impacto reconoce el esfuerzo de la búsqueda de alternativas para el tratamiento de las enfermedades olvidadas

Con investigaciones como ésta el PECET ha trabajado en los últimos 10 años en la búsqueda de nuevas alternativas, entre otras enfermedades, para el tratamiento de la leshmaniasis cutánea: enfermedad parasitaria presente en 99 países en donde se estima que hay 12 millones de personas afectadas, 350 millones en riesgo de adquirir la infección y donde cada año se presentan 2 millones de casos nuevos, de los cuales 1.5 millones corresponden a la forma cutánea de la enfermedad.

A pesar de la alta morbilidad, no se cuenta con alternativas suficientes para tratarla. Desde hace 70 años se tratan los pacientes con un medicamento aplicado en inyecciones y para el que un paciente adulto requiere la aplicación de aproximadamente 70 ampollas que producen efectos secundarios como dolores en los huesos, brazos, trastornos cardíacos y hepáticos. 

A este tratamiento se le ha atribuido una alta mortalidad, toda vez que la leishmaniasis cutánea no es una enfermedad mortal. Por tal motivo, no se considera éticamente aceptable que una persona que tenga una enfermedad que no es mortal, muera como consecuencia del tratamiento.  Adicionalmente, existen mitos asociados al tratamiento: la creencia de que produce esterilidad o que se puede ser señalado como guerrillero, paramilitar o cultivador de coca.

Es por esto que en Colombia el medicamento utilizado para el tratamiento es controlado por las FFMM.  La realidad es que no se consigue en las farmacias sino que Ministerio de Salud lo compra y lo distribuye a través de las Secretarías de Salud para entregarlo a los pacientes que tienen un diagnóstico comprobado.

Debido a que es un medicamento tóxico y costoso se exige un diagnóstico parasitológico de la enfermedad para la entrega del tratamiento, lo que en las zonas rurales se dificulta gracias a que no se cuenta con el recurso humano y de infraestructura para hacerlo.  Así las cosas, gran parte de los casos de leishmaniasis en el país terminan tratados empíricamente o con la medicina tradicional.

La investigación de la Dra. Robledo, inició con la decisión de buscar un tratamiento que fuera oral o tópico en oposición al tratamiento inyectable que suministra el Ministerio de Salud.  Para ello comenzó la búsqueda de una formulación de un compuesto que tuviera actividad contra Leishmania, (parásito transmisor de la enfermedad) de bajo costo, de fácil aplicación y mucho más seguro para los pacientes.

La terapia fotodinámica surgió como una posibilidad de tratamiento, debido a que con la aplicación o administración de una sustancia en la zona corporal a tratar y la posterior exposición a una fuente de luz, el agente se activa y genera la muerte del parásito, además se comprobó que es capaz de potenciar el efecto cicatrizante, lo que a su vez favorece la curación de la herida y por consiguiente a mejorar la apariencia de las lesiones.

Con este desarrollo se disminuye 60 veces los costos del tratamiento, no requerirá los exámenes de seguridad y los pacientes no cargarán con los problemas de toxicidad asociados al tratamiento actual.  Se podrá conseguir fácilmente en una farmacia para que el paciente lo aplique directamente, a muy bajo costo y revolucionará totalmente lo que es el manejo de la leishmaniasis cutánea en Colombia.

Con el desarrollo de este medicamento contra la leishmaniasis, se dará respuesta al problema de tratamiento existente. En el pasado quedarán los asaltos a los depósitos de medicamentos del Ministerio por parte de los grupos al margen de la ley y las presiones a los jueces, secuestrados y personal de salud para que suministren el tratamiento.