Nuestra investigadora Lesly Ortiz, estudiante de doctorado, fue la ganadora del primer puesto en la modalidad de presentaciones en póster, durante la VIII versión de la Reunión Colombiana de Leishmaniasis y Enfermedad de Chagas, con su trabajo “Estudio estructural de la quinasa AKT de Trypanosoma cruzi: blanco farmacológico para la enfermedad de Chagas”.
Con esta investigación, un trabajo colaborativo con otros grupos de investigación locales como el BCI e internacionales como de la Universidad de Graz y de la Universidad de McGill, pretende mejorar la calidad de vida de los pacientes que padecen la enfermedad de Chagas y consiste en la caracterización estructural de la kinasa en Tripanosona cruzi, parásito trasmisor de la enfermedad de Chagas.
“Gracias a los aportes científicos de otros investigadores del Pecet, actualmente, contamos con un compuesto UMC4 con patente en Colombia, con potencial actividad tripanocida, nuestro objetivo es trabajar en su modificación, para que tenga mejores características fisicoquímicas, y poder empezar a diseñar mejores compuestos inhibidores para esta kinasa”, comenta Lesly Ortiz.
Gracias a este trabajo conjunto, ha sido posible publicar en el Protein Data Bank PDB, base de datos donde se ponen las estructuras de todo tipo de organismos.
La enfermedad de Chagas fue descubierta por Carlos Chagas en 1909. Hoy en día solo existen dos medicamentos para tratarla, ambos desarrollados hace más de cinco décadas, con múltiples efectos secundarios y una eficacia debatible en la fase crónica de la enfermedad. Requiere tratamientos con periodos muy largos, lo que hace que la adherencia de los pacientes al tratamiento sea muy difícil, además de costoso, razones suficientes para investigar nuevas alternativas terapéuticas para la enfermedad.
Según la OMS entre 6 y 8 millones de personas están infectadas a nivel mundial, cada año se presentan más de 12 mil muertes y más de 40 mil nuevos casos y alrededor de 65 y 100 millones de personas están en riesgo de contraerla. En Colombia se habla de 500 mil personas infectadas y un gran porcentaje de población en riesgo. Esta enfermedad tiene un costo no solo en la calidad de vida del paciente, sino que además debe asumir las pérdidas económicas y de productividad. La enfermedad de Chagas afecta mayormente a las personas que viven en zonas rurales; campesinos y poblaciones indígenas, aunque también se presentan focos en la ciudad.