DIA MUNDIAL LAS ENFERMEDADES DESATENDIDAS (30 DE ENERO)
Las enfermedades tropicales desatendidas u olvidadas (ETDs) son un conjunto de enfermedades infecciosas que afectan principalmente a las poblaciones más pobres, con limitado acceso a los servicios de salud. Se estima que más de 1.7 billón de personas requiere tratamiento para al menos una ETD por año. Las estimaciones conservadoras indican que estas enfermedades contribuyen a casi 19 millones de años de vida perdidos y vividos con discapacidad, es decir, alrededor del 1% de la carga mundial de enfermedades[1]. América Latina y Caribe es una de las regiones más afectadas, con más de 100 millones de personas sufriendo de una o más ETDs[2], siendo la Enfermedad de Chagas, leishmaniasis y dengue algunas de las ETDs más endémicas en la región de América Latina y el Caribe. Colombia ha asumido un rol de liderazgo en la región en la lucha contra las principales ETDs.
El 30 de enero fue instituido por la Asamblea Mundial de la Salud en 2020 como el Día Mundial de las ETDs. Este día tiene como objetivo promover el interés político y asegurar los compromisos para eliminar las ETDs, en conformidad con la Hoja de Ruta de las ETDs 2021-2030 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas. El Día Mundial de las ETDs funciona como catalizador para traducir la conciencia en acción, asegurar mayores recursos para estas enfermedades e impulsar el liderazgo político de los países afectados.
Las ETDs suponen una carga económica equivalente a miles de millones de dólares estadounidenses cada año en costos directos de salud, pérdida de productividad y logros socioeconómicos y educativos reducidos. El financiamiento continuo y sostenible para estas enfermedades, así como una agenda de inversión en la investigación y desarrollo garantiza un importante impacto positivo a nivel social y financiero a largo plazo. Además, el apoyo político necesario para la priorización e integración de las ETDs en los programas y planes de salud de los gobiernos nacionales y locales contribuye en revertir la situación de invisibilidad a millones de colombianos, generalmente viviendo en las zonas rurales de la geografía colombiana.
El régimen de salud para los pacientes que viven con ETDs es principalmente subsidiado, lo que indica normalmente una población de elevada vulnerabilidad económica y social. El compromiso de garantizar pruebas diagnósticas y tratamiento en las estructuras de salud cercanas al hogar de estas poblaciones (en el primer nivel de salud), permite a la población afectada evitar incurrir en gasto de bolsillo (costos médicos y no-médicos), resultando en una mayor adherencia al tratamiento y beneficios para todo el sistema de salud. La implementación de las rutas de atención en salud con carácter prioritario para las ETDs, permite eliminar algunas de las principales barreras de acceso
Las personas afectadas por estas enfermedades son desatendidas también debido a la falta de inversión para el desarrollo de nuevos tratamientos. Normalmente las ETDs no cuentan con vacunas y los medicamentos disponibles presentan alta toxicidad, dificultad de administración y larga duración de tratamiento, lo que representa una elevada carga social, logística y financiera tanto para los pacientes como para los proveedores de la salud.
Si para el COVID-19 fue posible desarrollar una vacuna en 1 año, ¿por qué tenemos medicamentos tóxicos y obsoletos para estas enfermedades, como el Chagas y la leishmaniasis? ¿O por qué aún no se cuenta con un medicamento para tratar el dengue? La pandemia trajo muchos aprendizajes, como la necesidad de repensar el acceso a las innovaciones en salud y garantizarlas a las poblaciones más vulnerables. El 30 de enero es un momento importante para visibilizar la lucha de las personas afectadas por las ETDs e impulsar nuevos compromisos dirigidos a la prevención y el control de las enfermedades desatendidas. Además, tenemos una gran oportunidad para llamar aún más la atención no solo sobre las fallas en el acceso al diagnóstico y tratamiento en los sistemas nacionales de salud, sino también sobre las fallas de la ciencia y del mercado en cuanto a la disponibilidad de las herramientas validadas para la atención integral de estos problemas de salud pública.
Elaboración de:
PECET – Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales
El Pecet es un Centro de Desarrollo Tecnológico, especializado en salud humana, animal, vegetal y ambiental, con amplia experiencia en la generación de proyectos de ciencia y tecnología a nivel nacional e internacional, permitiendo el desarrollo de tecnología propia y colaborativa, servicios tecnológicos, actividades de transferencia, formación de alto nivel y actividades de vigilancia tecnológica. Generamos soluciones a partir de la investigación y la innovación que propician el desarrollo social y económico de los países.
DNDi – iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas
La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi) es una organización internacional sin fines de lucro que descubre, desarrolla y disponibiliza tratamientos seguros, efectivos y asequibles para los pacientes más desatendidos. Utilizamos el poder de la innovación, la ciencia abierta, las alianzas y la incidencia política para encontrar soluciones para una gran injusticia: la falta de medicamentos para enfermedades potencialmente mortales que afectan desproporcionadamente a las personas pobres y marginadas.
[1] https://www.who.int/news/item/16-07-2020-neglected-tropical-diseases-treating-more-than-one-billion-people-for-the-fifth-consecutive-year
[2] https://www3.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=10440:2015-100-millones-padecen-alguna-enfermedad-infecciosa-desatendida-en-las-americas&Itemid=1926&lang=en#gsc.tab=0